CAUSAS DE LA QUIEBRA DE LAS EMPRESAS (II): DECISIONES OPERATIVAS.

CAUSAS DE LA QUIEBRA DE LAS EMPRESAS (II): DECISIONES OPERATIVAS.

Esta segunda etapa que lleva a las empresas a la quiebra podría denominarse como “el final del principio del fin”. El rasgo principal aquí lo encontramos en la errónea toma de decisiones operativas, como, por ejemplo:

 

  • Sobre endeudamiento: Como consecuencia directa del estilo de management que comentábamos en nuestro anterior post, algunas empresas se dedican a pedir préstamos hasta que el coste de estos y literalmente se come todos los beneficios y márgenes de la compañía. Una vez que se encienden las alarmas, los bancos insistirán en una reducción del volumen de crédito concedido. Cuando eso sucede, muchas empresas optarán por recortar gastos de una manera radical, ya que habrán perdido a estas alturas la confianza de cualquier potencial inversor externo, con lo que esto conlleva.

 

  • Contratos sobredimensionados: En un (desesperado) intento por enderezar el rumbo de las cosas, algunas empresas aceptarán encargos, que van mucho más allá de sus capacidades financieras y operativas.

 

  • Expansión demasiada rápida: Una huida hacia adelante en toda regla. El modus operandi está basado en iniciar una política de ventas/captación de clientes muy agresiva ofreciendo grandes descuentos en precio y excesivas facilidades de crédito para obtener el volumen requerido. Como con secuencia de esto, la empresa no es capaz de generar el cash-flow o el beneficio a corto plazo esperado para poder hacer frente a sus principales acreedores y/o los prestamos a corto plazo. Si a esto le añadimos además unos márgenes ya ajustados de por sí, resulta prácticamente imposible mejorar los beneficios.

 

  • Desfase en los plazos de financiación: Los activos fijos se emplean principalmente para producir ventas a largo plazo. Un claro indicador que muestra que la empresa está en dificultades es cuando tiene que pedir préstamos con carácter inmediato (generalmente a altos tipos de interés) para hacer frente a sus pagos. O, dicho de otra manera: El periodo de devolución de un préstamo debería ser menor o igual al tiempo en el que se espera que los activos generen ingresos.