EL TELÉFONO COMO HERRAMIENTA DE RECOBRO DE DEUDAS

EL TELÉFONO COMO HERRAMIENTA DE RECOBRO DE DEUDAS

Es innegable que los últimos avances tecnológicos han contribuido enormemente a cambiar la manera en la que el Credit Management es percibido en el mundo de la empresa. Sin embargo, lo que no ha variado aquí es la necesidad de proceder al recobro de deudas de nuestros clientes.

A pesar de lo anteriormente mencionado, creemos que el teléfono sigue siendo una herramienta clave a la hora de recuperar nuestro overdue, simplemente porque es un medio directo de contacto. Es difícil pensar en un método más efectivo de transmitir nuestro mensaje que hablar directamente con la persona encargada del pago de nuestras facturas al mismo tiempo que cerramos un acuerdo de pago sobre las mismas.

 

De este modo, eliminamos los riesgos asociados a que nuestras comunicaciones escritas sean ignoradas (deliberadamente), ahorrándonos en ocasiones los pasos correspondientes a un procedimiento de dunning, al mismo tiempo que puede ser un factor sorpresa y nos puede situar en una posición inicialmente ventajosa en el momento del recobro.

 

Debido al incremento de empresas que proveen servicios de telecomunicaciones en los últimos años, con la consiguiente bajada de precios, el teléfono puede ser utilizado de una manera más eficiente y efectiva en términos de costes.

 

Sin embargo, hay personas que, a pesar de todo no se sienten cómodas utilizando el teléfono por diferentes motivos: No se les dan bien las “conversaciones cruciales” cara a cara o por justamente lo opuesto, ya que prefieren tratar estos temas con alguien cara a cara. A pesar del auge de la videollamada, sobre todo durante la pandemia (que en cierta medida ha venido a sustituir a la reunión cara a cara), el “anonimato” y la “sorpresa “del teléfono, tal y como hemos mencionado anteriormente siguen y seguirán siendo fundamentales para conseguir nuestros objetivos.

 

Hay que tener los pies en el suelo: El teléfono en si mismo no ablandará a los morosos profesionales, pero combinado con un buen procedimiento de dunning y si contamos con las personas con las actitudes y aptitudes adecuadas será la mejor forma de persuadir a nuestros deudores para que cumplan con sus obligaciones de pago.

 

La cuestión de quien, como y cuando debe usarse el teléfono es fundamental. Recomendamos especialmente su uso si después de enviar un requerimiento de pago no obtenemos respuesta por parte del cliente. Aunque quizás la respuesta que podamos obtener no sea la que esperamos, la reacción del cliente a nuestra llamada será cuanto menos reveladora, al mismo tiempo que nos ayudará a definir cuáles serán los siguientes pasos que dar para poder recuperar nuestra deuda.

 

Lo que bajo ningún concepto podemos tolerar es mantener una actitud pasiva de “a ver que pasa”. La factura debería haberse pagado a su vencimiento y cuanto más tiempo tardemos, nuestra probabilidad de éxito de recobro disminuirá. ¿Y que mejor manera que crear un vinculo de manera personal y transmitirle todo esto a nuestro cliente que por medio del teléfono?