TRES POSIBLES ESTRATEGIAS DE COBERTURA DE RIESGO DE TIPO DE CAMBIO

1. Vender la cantidad del pago en el mercado de futuro de divisas: La empresa exportadora puede hacer uso del mercado de tipo de cambio a futuro al comienzo de la operación fijando así de este modo el valor de la divisa local.

Ejemplo: Imaginad que queremos recibir un pago de 100 € de un cliente cuya moneda local es el dólar. Podríamos entonces fijar el precio del euro hoy convirtiendo esos 100 € añadiéndoles además el “margen” o “diferencial de tipo de cambio” para el periodo especificado. Imaginemos que por ejemplo tardásemos 35 días en recibir y procesar el pedido de nuestro cliente y además le añadimos otros 30 días de plazo de crédito (pago). Por lo tanto, estaríamos hablando aquí de un período de 65 días.

De acuerdo con lo anteriormente mencionado, pasado este plazo el banco nos pagaría nuestros 100 € con el tipo que hubiésemos acordado hoy.

2. Pedir prestado el equivalente del pago esperado: En vez de vender el pago a futuro, en este caso podemos pedir prestada hoy la cantidad en divisas que esperamos recibir de nuestro cliente. La cantidad prestada puede ser convertida a continuación a nuestra divisa local para disponer de ella en nuestra actividad diaria. Pagaríamos intereses hasta que recibamos el pago de nuestro cliente, probablemente a un tipo más bajo que el diferencial entre nuestra divisa y la de nuestro cliente. El riesgo de tipo de cambio quedaría aquí mitigado ya que recibiríamos el pago en la misma divisa en la que hemos pedido el préstamo.

3. Abrir una cuenta corriente en otra divisa: Una opción muy recomendable en el caso de que tengamos un buen mix de clientes/proveedores que operen en la misma divisa extranjera.

Como principal beneficio de esta opción tenemos aquí la ventaja de no tener que convertir los pagos a nuestra divisa local, y poder así de este modo hacer frente a nuestras obligaciones con diferentes instancias (tributos, aduanas, etc.) que operen en la misma divisa.