EXPORT CREDIT MANAGEMENT: AGENTES, DISTRIBUIDORES Y FILIALES
Si sois de aquellas empresas que habéis decidido lanzaros al mundo del export os vamos a explicar brevemente tres posibilidades que tenéis para poder tener representación en el país de destino y así poder hacer frente a cualquier contratiempo que pudiera surgir durante el proceso Order to Cash pudiendo de este modo optimizar vuestra posición de Credit Management.
Tener representación local indudablemente nos ayudará a:
- Obtener información sobre el terreno acerca de clientes y posibles cambios regulatorios.
- Seguimiento de impagados in situ.
- Colaborar en el proceso de recobro contactando si fuese necesario con diferentes instancias y/o autoridades locales.
- Resolver cualquier otra necesidad de la empresa exportadora (burocracia, aduanas, etc.)
Un AGENTE es una persona nombrada por la empresa exportadora para actuar en su nombre en el país de destino. En principio, no le debe nada a la empresa salvo que haya adquirido bienes de esta. Su función principal por lo tanto consiste en representar los intereses de la empresa percibiendo por ello una comisión por ventas realizadas cobradas.
Los DISTRIBUIDORES por el contrario son independientes de los agentes. A todos los efectos SON CLIENTES responsables de realizar el pago a la empresa una vez llegado el vencimiento del Plazo de Crédito acordado con la empresa exportadora. Normalmente a los distribuidores se les conceden unos plazos más extensos ya que estos asumen en principio el riesgo de impago derivado de la venta al cliente final. Es por eso mismo por lo que un buen Credit Controller/Manager que se precie debería prestar especial atención a estas cuentas.
Las FILIALES cuyo accionariado suele estar compuesto mayoritariamente por la empresa exportadora deberían responder a los requerimientos de la matriz a la hora de poder dar soporte al (re) cobro de deudas de clientes.
Si no….¿PARA QUE NARICES ABRIMOS UNA FILIAL? 😉
Aquí queremos incidir especialmente en un hecho que muchas multinacionales obvian que no es otro que no darle importancia alguna a las deudas entre empresas del grupo (Intercompany) por ser “de la casa”. Esta actitud es a nuestro juicio totalmente irresponsable especialmente si operamos en países de alto riesgo geopolítico que pueden llevar a que tengamos que dotar una provisión por dudoso cobro a final de año fiscal. Podemos dar fe de que muchas veces estas deudas son incluso más difíciles de cobrar que las que tenemos con terceros.